Rabiosa turba toma justicia en sus manos; mata a joven
- Escrito por Guillermo E. Vázquez
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* A la víctima lo confundieron con un secuestrador y le quitaron la vida brutalmente
Trágica muerte encontró un distribuidor de medicinas de una empresa denominada DIPROMED, luego de que habitantes de un pueblo San Francisco del Mar, del estado de Oaxaca, al parecer lo confundieron con un secuestrador y tras sacarlo por la fuerza de una cárcel donde primeramente lo tenían detenido, fue golpeado y apedreado y finalmente ahorcado a la entrada de la cárcel pública municipal de aquel lugar, sin que nadie pudiera evitarlo.
Todo ocurrió cuando Jesús Guillermo López González, quien tenía bajo su cargo el reparto de medicamentos en toda la zona de Tehuantepec, Oaxaca, circulaba en un camino de terracería a bordo de una camioneta Van de color blanco, con logotipo de la empresa distribuidora de medicamentos DIPROMED, cuando a inmediaciones del ejido Pueblo Nuevo, fue interceptado por pobladores del poblado de Santa Rita y policías municipales, debido a que presuntamente había intentado secuestrar a una jovencita, junto con otros dos sujetos de quienes se desconoce su identidad.
Se sabe que desde el momento de su detención, las autoridades de San Pedro del Mar establecieron comunicación con los encargados de la referida empresa para comprobar si Jesús Guillermo, originario del municipio de Ocozocoautla, era en realidad empleado de DIPROMED, pero pocos después, una turba enardecida ingresó hasta la cárcel pública y sacaron al detenido, a quien comenzaron a golpear y apedrear hasta que finalmente lo ahorcaron a las puertas del edificio municipal de ese mismo lugar.
Por su parte, la empresa para la que Jesús Guillermo López González trabajaba, dijo respecto a los lamentables hechos en los que el trabajador perdió la vida que “Hoy (sábado), aproximadamente a la 1:00 pm, en la línea telefónica de nuestras instalaciones, recibimos una llamada de la población de San Francisco del Mar, Oaxaca. Quien hablaba dijo, sin decir su nombre, ser autoridad en esa localidad y comentó que llamaba para confirmar que Memo laboraba para nuestra empresa, ya que tras la alerta que se activó en su zona acerca de un presunto secuestrador, detuvieron a Memo a bordo de nuestro vehículo de entrega y reparto, y que coincidía con las características reportadas”.
DIPROMED agrega que “se dispuso establecer contacto con nuestros clientes para que también ayudaran a confirmar su identidad y honesta labor para justificar la presencia de Memo en esa localidad. Sin embargo, en los minutos que duró la llamada y la conversación, nos dijo que había una multitud enardecida que exigía la liberación del detenido para castigarlo.
En Dipromed se alertó a los Representantes de Ventas y Supervisores presentes. Todos acordaron que era necesario trasladarse a esa población para intentar hacer entrar en razón a la multitud que superaba por mucho, a decir de la persona que nos llamó, a los tres policías disponibles. La llamada se cortó y minutos después recibimos una segunda llamada de una persona que tampoco se identificó, pero que nos dio la trágica noticia: la multitud irrumpió la dependencia donde tenían detenido a Memo, lo torturó y asesinó cobardemente”.