Conejobús, en aprietos
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*En 2016, 22 unidades fueron destrozadas por los salvajes del magisterio y todavía no se recuperan; la ciudadanía y conductores, en riesgo latente
Durante los meses que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se mantuvo en huelga en Tuxtla Gutiérrez en el 2016, por lo menos 22 unidades del Conejobús se vieron afectadas, pues eran los rehenes número uno de los manifestantes.
José Rubén Cruz Aguilera, gerente operativo de Situtsa en Tuxtla Gutiérrez, informó que durante este proceso se trabajó bajo diversos riesgos de seguridad tanto para los conductores como para los usuarios.
Por ello, puntualizó que en diversas ocasiones se ha suspendido el servicio del Conejobús, debido a que se toma la decisión para no afectar principalmente a los usuarios, en especial a niños y adultos mayores.
Asimismo, expuso que este año, las 22 unidades afectadas no se han podido recuperar por falta de recursos, y actualmente se encuentran trabajando 22 unidades en la ruta uno y 10 en la ruta dos.
EL CONFLICTO
En 2016, la educación en Chiapas vivió sin duda el más grave conflicto magisterial en la era moderna, hecho que arrastró a la sociedad a un clima de violencia y desbarajuste por la intolerancia que ha caracterizado al magisterio aglutinado en la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Con el pretexto de echar abajo la Reforma Educativa implementada por el gobierno de Enrique Peña Nieto, misma que entró en vigor en febrero de 2013 luego de pasar por el Senado y la Cámara de Diputados, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, convertida en una guerrilla urbana al interior del SNTE, desató una escalada de disturbios en por lo menos 4 estados de la República, pero se vivieron los días más álgidos en Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas.
La Reforma Educativa surgió del Pacto por México e incluye reformas sustanciosas a la Ley, principalmente al Artículo 3 de la Constitución sin perder la gratuidad y los valores que la han regido históricamente. Pero también rompe privilegios conquistados por camarillas y caciques al interior del sindicato de maestros y de sus alas radicales.
El paro de los docentes, que estalló el 15 de mayo de 2016, duró 125 días con daños irreversibles para la educación de los niños y jóvenes. Así mismo, el comercio organizado, el turismo y el sector empresarial resintieron graves pérdidas de las que hasta ahora no se recuperan.
Con bloqueos, marchas, mítines, agresiones a la policía, a los automovilistas y a los ciudadanos; toma de las casetas Tuxtla-San Cristóbal y Tuxtla-Arriaga, secuestro de edificios públicos y en general una ola implacable de violencia, la CNTE guerreó contra el gobierno y finalmente no consiguió nada. Salvo sus líderes que, como siempre, son los que se van con los bolsillos llenos.