* QUE NO SE CULPE A NADIE DE MI MUERTE… * CORRUPCIÓN Y DESASTRE EN LA CDI EN CHIAPAS *EL OSCURO PASADO DE ROBERTO SERRANO Destacado
- Escrito por Húbert Ochoa
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HORACIO
Decidí tomar esta decisión; nadie tiene la culpa de lo que hice y tampoco culpo a nadie, escribió en una carta póstuma Horacio Sántiz López, de 27 años de edad. Se cree que minutos después se ahorcó. Su cadáver fue encontrado el domingo 15 de junio de 2014 en un humilde cuarto ubicado sobre la avenida Baja California y calle Campeche de la colonia Plan de Ayala, en el poniente de Tuxtla Gutiérrez.
La víspera el muchacho llegó a casa de unos amigos sobre ese mismo perímetro para solicitarles apoyo porque no tenía lugar para vivir. Ellos decidieron facilitarle el tabuco en donde Horacio utilizó un cable que ató a una varilla expuesta en el techo, el otro extremo a su cuello y desde la orilla de la cama brincó provocándose la muerte.
Por la mañana de ese fatídico 15 una chica decidió visitar a Lacho, como le decían de cariño. Tocó varias veces. Al no obtener respuesta decidió entrar a la habitación. Sufrió un grave soponcio al constatar el macabro hallazgo.
En un par de horas la noticia se había convertido en escándalo generando estupor entre los familiares y conocidos del suicida. La policía ya estaba ahí para realizar las pesquisas y fue quien notificó del tétrico recado.
¿Qué pudo provocar en Horacio una decisión tan extrema si era un joven que sonreía y derrochaba alegría? Versiones cercanas dicen que en últimas fechas Horacio andaba deprimido porque su enfermedad crónica se le estaba complicando (diabetes). Pero cuentan que su vida dio un vuelco lúgubre al finiquitar una relación amorosa.
Originario de la colonia Flores Magón, municipio de Venustiano Carranza, Horacio no era un tipo conflictivo. Tenía un carisma excepcional que conjugaba con el respeto hacia los demás y eso le merecía el afecto de la gente y cultivar muchos camaradas. Por eso nadie daba crédito a lo ocurrido. Horacio se veía en condiciones formidables a pesar de su padecimiento.
Está comprobado que el suicidio no respeta estatus social, religión, edad o profesión. Otro caso que consternó a los tuxtlecos fue el de una muchacha que también se sacrificó orillada por un desencanto pasional.
ROSA ISSELA
Quienes le conocieron señalan que Rosa Issela era una mujer hermosa como su nombre. Escultural. Una Venus semejante a Nefertitis. Refinada de cuerpo y de lenguaje. Diligente en su trato. Agradable. Con pretendientes que la cortejaban inútilmente porque su corazón ya tenía dueño.
Rosa Issela residía en el lado sur oriente de la ciudad. En el centro. Era médico y contaba 32 años de edad. Nació en la Costa de Chiapas. Ella misma selló su destino ingiriendo una enorme cantidad de pastillas. Y, según fuentes extraoficiales, dejó un mensaje a un novio que debió abatirse en las más infaustas pesadillas y los no menos hipocondríacos recuerdos.
Decía el apocalíptico recado: Te amo. Ojalá no cometas los mismos errores que yo cometí.
Un estudioso del tema me cuenta que el suicidio está muy relacionado con enfermedades psiquiátricas: más de 90% de las personas que se suicidan presentan un trastorno de este tipo. Los más comunes son depresión (64%), alcoholismo (15%), esquizofrenia (3%), ansiedad (3%).
Llamados la puerta falsa, los suicidios aumentaron en México al igual que en todo Occidente. Y si bien había una tendencia hacia los varones para cometerlo, asimismo las mujeres consideran que puede ser una salida (salida equivocada, claro) a tantos inconvenientes físicos, morales, sentimentales o económicos. En el caso de Rosa Issela fue por asuntos de amor, según su propia confesión antes del óbito.
ROMEO Y JULIETA
Escrita por Shakespeare, Romeo y Julieta representa la obra más infausta de dos enamorados. Hijos de familias enfrascadas en una irracional rivalidad, los jovencitos deciden casarse en secreto. Él huye. Ella finge su muerte. Él llega a la capilla y supone que Julieta en realidad se ha suicidado. Se envenena ante el teatro de horror. Ella repentinamente despierta y ve que Romeo se ha matado. Hace lo mismo.
Situaciones de desamor, problemas familiares y económicos acorralan a los jóvenes para quitarse la vida, advierten expertos. Las estadísticas apuntan a esta como la segunda causa de muerte en el país después de las enfermedades del corazón y cardiovasculares.
En promedio, diariamente al menos 20 personas en el país intentan suicidarse por cada una que lo consigue y se afectan al menos 6 personas adyacentes.
En abril de 2016, la OMS dio datos aterradores: Más de 800 mil personas se suicidan cada año. Por cada suicidio hay muchas más tentativas de suicidio cada año. Entre la población en general, un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante.
OJO POR OJO…
Locatarios de la central de abasto de Minatitlán, Veracruz, cansados de la inseguridad capturaron a tres secuestradores a quienes golpearon brutalmente. A uno le destrozaron la mano a machetazos y quemaron su vehículo.
Los delincuentes fueron sorprendidos al tratar de de llevarse a un comerciante. Una turba se abalanzó sobre ellos. Luego que pudieron quitarles a la víctima los sometieron a feroz golpiza, e incluso se asegura que a uno casi le arrancan la mano con un machete.
El automóvil en que viajaban fue volteado e incendiado y no permitieron que la policía se llevara a los presuntos plagiarios hasta que llegó el fiscal. Después de tensas negociaciones los heridos fueron trasladados a una clínica en calidad de detenidos.
¿Por qué ocurre eso? ¿Estamos regresando a la Edad Media? Parece que sí. Es porque el Estado dejó de cumplir su obligación primordial de proteger la vida y los intereses de la sociedad. Hoy ya no sabemos si temerle más a la policía o al hampón que acecha en cada esquina como un tigre agazapado.
En Éxodo, Levítico y Deuteronomio está escrito. Ojo por ojo, diente por diente. Seguiremos viendo hechos como el de Minatitlán porque la sociedad llegó al hartazgo de tanta impunidad. Quizá al gobierno no le inquieta.
ROBERTO SERRANO: OSCURO PASADO
ES un desastre la Comisión para el desarrollo de los pueblos indígenas en Chiapas, la CDI. Roberto Serrano Altamirano sabe cómo se prepara un whisky o en dónde están los antros fresa de Tuxtla, pero nada de la cuestión indígena o del sufrimiento de los pobres.
Es una majadería sostener al sabinista Serrano en esa dependencia porque los problemas se complican a falta de soluciones. En Chiapas el horno no está para bollos.
¿En qué diablos pensaba Nuvia Mayorga Delgado, la directora general de la CDI, cuando designó al vivales Serrano en la CDI-Chiapas? Cabe decir que Roberto Serrano Altamirano tiene un oscuro pasado en la administración pública porque fue pieza clave en el gobierno de Sabines. Ya daremos detalles...
NORTES
EL ágil y destacado trabajo parlamentario que realizan en el Congreso estatal Eduardo Ramírez Aguilar y Carlos Penagos Vargas permite, sin duda, esa armonía tan necesaria en el Poder Legislativo. Y esa armonía no quiere decir homogeneidad ni sumisión, sino compromiso con Chiapas. Está claro que se puede caminar en la divergencia. Penagos y Lalo Ramírez son dos jóvenes alfaquíes de la política mexicana…ME DA tristeza pasar por el PRI, en Santo Domingo: 1.- Está en el más infame abandono. 2.- Dicen que por las noches espanta la Tichanila. Urge que tome las riendas mi amigo Hugo Pérez Anzueto, priísta de una sola pieza…MAL y de malas el presidente Peña...ES TODO.