ROSENDO PARDO OSUNA
- Publicado en Locales
Autor: Christian Malcher. Escritor y periodista mexicano en el extranjero.
La mañana del 29 de marzo de 2006 el ingeniero, catedrático y periodista Rosendo Pardo Osuna se puso su ropa deportiva, montó su bicicleta de carreras, colocó los audífonos de su walkman sobre sus orejas y oprimió play. Rosendo salió de Tuxtla Gutiérrez y dirigió su pedalear hacia Berriozábal sobre la carretera federal 190.
Aquella misma mañana, en la ciudad de Cintalapa, el señor Gregorio Madrid Benítez se ponía al volante de su camión de redilas marca Dina con rumbo a Tuxtla Gutiérrez. Gregorio pasó el día anterior en el Rancho La Bondad, municipio de Suchiate, donde cargó su camión con trece toneladas de plátano. Una vez terminada la titánica labor, Gregorio abordó su Dina a las 6h de la tarde y manejó, a paso lentísimo debido al enorme peso de su carga, hasta la antes mencionada ciudad de Cintalapa a donde llegó, aproximadamente, a las 2h de la madrugada. Tras dos precarias horas de sueño, Gregorio reinició su viaje.
Cerca de una calera ubicada entre Tuxtla Gutiérrez y Berriozábal, Rosendo soltó el manubrio de su bicicleta de carreras para liberar sus brazos y ejercitarlos.
Gregorio proseguía su marcha hacia Tuxtla Gutiérrez. Al mirar la calera supo que su destino estaba próximo. A su derecha vio a un ciclista que llevaba puesto un par de audífonos y que ejercitaba sus brazos. Al llegar a una bajada memorable, gracias a que a un lado de la carretera hay un anuncio espectacular en forma de un toro gigantesco, Gregorio metió segunda para frenar con el motor. En ese momento sintió que el camión brincoteaba. Lo primero que le vino a la mente fue que alguna de las rejas de plátano se había soltado y caído. Se detuvo. Al bajarse del camión se percató, con horror, de que no se trataba de una penca de plátanos si no de aquel ciclista de los audífonos al que recién había rebasado.
Obnubilado por el pánico Gregorio abordó su viejo Dina y siguió su camino hasta la Central de Abastos de Tuxtla Gutiérrez. Tras descargar la unidad llamó a Claudia Verónica Bravo Palomeque, propietaria del camión, quien le ordenó que no comentara nada de lo ocurrido y que sacara al camión de la ciudad ya que no estaba asegurado ni por daños a terceros.
Cuatro personas llamaron a los servicios de emergencia con la esperanza de que en el cuerpo de aquel ciclista latería aun la vida. Al llegar, los paramédicos encontraron el cuerpo sin vida de Rosendo. La noticia de su muerte se dispersó rápidamente y las sospechas de que el gobierno estaba involucrado no se hicieron esperar: Rosendo era conocido por sus críticas al gobierno municipal de Tuxtla Gutiérrez encabezado por Juan Sabines.
Rosendo Pardo Osuna nació en Mazatlán, Sinaloa. Quienes lo conocieron lo recuerdan como un tipo curioso, de gran sed intelectual y con grandes ambiciones. Creció en los barrios más humildes de esa ciudad y esa experiencia templó su carácter. El joven Rosendo mostraba un profundo compromiso con sus ideales y el extraño talento de transformar su entorno positivamente.
Sus búsquedas lo llevaron a Monterrey, Nuevo León. Ahí se graduó de Ingeniero. Quienes lo trataron en esa época lo describen como un hombre trabajador, que siempre lograba lo que se proponía.
Años después el Instituto Tecnológico Autónomo de México le encomendó la apertura de su nuevo campus en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Fue el primer rector de esa institución y siguió dando cátedra hasta su muerte. También se hizo periodista y colaborador del periódico La Voz del Sureste.
Tras un año de investigaciones, la Fiscalía General del Estado detuvo a Gregorio Madrid y a Claudia Bravo y dio por cerrado el caso del asesinato de Rosendo Pardo Osuna. Durante ese año (2006) los ataques violentos contra periodistas se duplicaron y la confianza del público en las instituciones y gobiernos disminuyó. Las instituciones no han logrado resolver el crimen de que en México el pensamiento crítico y el compromiso con la verdad sean percibidos por la gente como actividades peligrosas. Esto es una forma de coerción a la libertad de prensa.